Una vía para obtener mayor producción con unos costes limitados

Una de las cuestiones que han logrado poner de acuerdo a técnicos y agricultores es que confiar en la semilla certificada se traduce en una mayor producción, acompañada por una reducción en los costes de explotación. Una opción más eficiente que, además, es más amable con la naturaleza.

Basta con tomar papel y lápiz para constatar las ventajas de esta semilla: la dosis de siembra necesaria es de 200 kilos por hectárea en el caso de la certificada, frente a los 240 kilos del grano acondicionado.

De este modo, se puede considerar que el agricultor debe pagar 70 euros por hectárea por la semilla, frente a los 55 euros del grano propio reempleado. Solo que en este segundo caso se deben añadir a esa cantidad siete euros por hectárea en calidad de selección del grano, más otros dos euros por el tratamiento fungicida. Además de otros dos para el almacenamiento y transporte: 66 euros por hectárea, solo cuatro por debajo de lo que supone la semilla certificada.

Junto al mero análisis de costes, cabe recordar que la certificada permite obtener mayores rendimientos por hectárea, al mismo tiempo que un mayor peso específico.

Entre las ventajas también se puede destacar que con la certificada se reduce la presencia de malas hierbas, puesto que al adquirirla se evita la presencia de otras especies vegetales. Como consecuencia, mayores rendimientos por hectárea y una reducción del coste en tratamientos contra las malas hierbas.

Lo mismo cabe decir respecto a las plagas y enfermedades, puesto que la certificada lleva incorporadas materias activas fitosanitarias que permiten a la futura planta resistir mejor la presencia de plagas y enfermedades.

 

Durante la siembra la mejor elección: Semilla certificada

Ya acabando la siembra del cereal, es buen momento para incidir en que la semilla certificada es la elección adecuada para que el agricultor saque el máximo rendimiento de su explotación.
Este año, la siembra de cereales de invierno se retrasó en algunas zonas como consecuencia del mes de septiembre excesivamente caluroso y la ausencia de lluvias hasta el Día del Pilar (12 de octubre), según el informaciones del sector.
Después, progresó en Andalucía “a velocidad de crucero” y se notaron más retrasos en parcelas de Castilla y León.

A la espera de conocer los datos de este año, comentar que la superficie de siembra de cereales de otoño-invierno de las campañas 2015 y 2016 se situó en 5,7 millones de hectáreas, según el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. En enero conoceremos los números del presente curso.

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Mientras, queremos recordar una vez más, los beneficios de la utilización de semilla certificada para el profesional del campo:

– Sanidad: La utilización de semilla certificada disminuye la presencia de malas hierbas y la transmisión de enfermedades fúngicas al cultivo.

– Su pureza varietal garantiza que la semilla utilizada es de la variedad por la que se está pagando.

– Su germinación mínima asegurada permite reducir la dosis de siembra y aumentar la producción.

Durante la siembra la mejor elección: Semilla certificada

Ya acabando la siembra del cereal, es buen momento para incidir en que la semilla certificada es la elección adecuada para que el agricultor saque el máximo rendimiento de su explotación.
Este año, la siembra de cereales de invierno se retrasó en algunas zonas como consecuencia del mes de septiembre excesivamente caluroso y la ausencia de lluvias hasta el Día del Pilar (12 de octubre), según el informaciones del sector.
Después, progresó en Andalucía “a velocidad de crucero” y se notaron más retrasos en parcelas de Castilla y León.

A la espera de conocer los datos de este año, comentar que la superficie de siembra de cereales de otoño-invierno de las campañas 2015 y 2016 se situó en 5,7 millones de hectáreas, según el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. En enero conoceremos los números del presente curso.

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Mientras, queremos recordar una vez más, los beneficios de la utilización de semilla certificada para el profesional del campo:

– Sanidad: La utilización de semilla certificada disminuye la presencia de malas hierbas y la transmisión de enfermedades fúngicas al cultivo.

– Su pureza varietal garantiza que la semilla utilizada es de la variedad por la que se está pagando.

– Su germinación mínima asegurada permite reducir la dosis de siembra y aumentar la producción.