En Genvce 2016, las IV jornadas nacionales de transferencia de cereales de invierno, tuvimos la ocasión de charlar con distintos profesionales del sector sobre la innovación, la semilla certificada y la creación de nuevas variedades.
En Genvce 2016, las IV jornadas nacionales de transferencia de cereales de invierno, tuvimos la ocasión de charlar con distintos profesionales del sector sobre la innovación, la semilla certificada y la creación de nuevas variedades.
En Genvce 2016, las IV jornadas nacionales de transferencia de cereales de invierno, tuvimos la ocasión de charlar con distintos profesionales del sector sobre la innovación, la semilla certificada y la creación de nuevas variedades.
Los cultivos herbáceos, en concreto, los cereales, son una parte muy importante de nuestro sector agrario, no sólo en Castilla-La Mancha sino en todo el país. De camino a las jornadas de Genvce en Albadalejito, pudimos observar como este año ha sido particularmente bueno para este cultivo, regalándonos el campo imágenes espectaculares. El cereal es lo que mejor representa nuestro paisaje, nuestro cultivo más importante, además está presente en toda España y pone la base de nuestra dieta mediterránea.
Genvce, un foro en el que coinciden los agricultores con las empresas obtentoras, resulta una gran plataforma de intercambio y conocimiento. Veintiocho marcas participaron ayer en las jornadas de ámbito nacional en los campos de investigación.
Una buena parte de lo que se vio allí fueron ensayos comparativos de variedades, ofreciendo la posibilidad de observar cómo las mismas se comportan en un mismo entorno y ante situaciones tales como enfermedades (qué variedades son más o menos resistentes), dosis de siembra, distintos tipos de abonado, etc.
Nuestro stand, el de Semilla certificada, recibió múltiples visitas. Allí coincidieron los mismos agricultores, la Administración, y por supuesto, las empresas de obtención vegetal. Igualmente, a lo largo del recorrido, los técnicos de Anove realizaron presentaciones, explicando a las distintas visitas el beneficio y la rentabilidad del royalty, y cómo este revierte en investigación para la creación de nuevas variedades más resientes y libres de enfermedades.
Tuvimos tiempo también de grabar en vídeo distintas charlas con los profesionales del sector, hablando de trazabilidad, rendimiento, sanidad e investigación. Pronto sabréis de ellas.
¡Gracias!
Los cultivos herbáceos, en concreto, los cereales, son una parte muy importante de nuestro sector agrario, no sólo en Castilla-La Mancha sino en todo el país. De camino a las jornadas de Genvce en Albadalejito, pudimos observar como este año ha sido particularmente bueno para este cultivo, regalándonos el campo imágenes espectaculares. El cereal es lo que mejor representa nuestro paisaje, nuestro cultivo más importante, además está presente en toda España y pone la base de nuestra dieta mediterránea.
Genvce, un foro en el que coinciden los agricultores con las empresas obtentoras, resulta una gran plataforma de intercambio y conocimiento. Veintiocho marcas participaron ayer en las jornadas de ámbito nacional en los campos de investigación.
Una buena parte de lo que se vio allí fueron ensayos comparativos de variedades, ofreciendo la posibilidad de observar cómo las mismas se comportan en un mismo entorno y ante situaciones tales como enfermedades (qué variedades son más o menos resistentes), dosis de siembra, distintos tipos de abonado, etc.
Nuestro stand, el de Semilla certificada, recibió múltiples visitas. Allí coincidieron los mismos agricultores, la Administración, y por supuesto, las empresas de obtención vegetal. Igualmente, a lo largo del recorrido, los técnicos de Anove realizaron presentaciones, explicando a las distintas visitas el beneficio y la rentabilidad del royalty, y cómo este revierte en investigación para la creación de nuevas variedades más resientes y libres de enfermedades.
Tuvimos tiempo también de grabar en vídeo distintas charlas con los profesionales del sector, hablando de trazabilidad, rendimiento, sanidad e investigación. Pronto sabréis de ellas.
¡Gracias!
Tras la celebración de las Jornadas el pasado 7 de abril en Madrid, en las que se trataron temas como la trazabilidad, la pureza varietal, el beneficio para la producción que supone el uso de semilla certificada y el incremento de su utilización; y se presentó la campaña de comunicación de Semilla certificada, Anove ha realizado una encuesta de satisfacción entre los multiplicadores asistentes. Del estudio se deduce la positiva acogida de las Jornadas y se plantean interesantes propuestas para futuras convocatorias.
De los datos de la encuesta se extraen conclusiones como un nivel de satisfacción muy bueno (70%) sobre el formato de la jornada o una valoración igualmente muy buena (70%) del informe sobre la certificación. A la campaña de comunicación para este ejercicio los multiplicadores le han otorgado una valoración también de muy buena (67%).
En la encuesta también se les pedía sugerencias para jornadas futuras. Entre éstas, podemos destacar promover el uso de la identidad visual de la Semilla certificada o las acciones para hacer llegar mejor el mensaje como una mayor presencia de la campaña en puntos de venta, jornadas de campo y charlas para agricultores, o una más alta implicación de todos en la difusión de la campaña. También destacaron el interés en mantener un encuentro donde puedan conocerse mejor y compartir opiniones e inquietudes.
Seguimos convencidos en nuestra idea de que los multiplicadores son los mejores embajadores y prescriptores de la marca de la Semilla certificada y, como tales, nos tomamos muy en serio sus opiniones y sugerencias.
El pasado 7 de abril tuvieron lugar en el Hotel Rafael Atocha de Madrid, las III Jornadas para Multiplicadores organizadas por Anove y Geslive. Con una asistencia masiva por parte del sector, se habló sobre la producción de semilla certificada y las ventajas que conlleva tales como la trazabilidad, la pureza varietal y la mayor productividad, y sobre la evolución de la utilización de ésta por cultivos y Comunidades Autónomas. La exposición de los datos corrió a cargo de Javier Álvarez y Luis Fuentes, técnicos de Geslive. Los dos mostraron estadísticas relativas al cultivo de cebada, avena, trigo blando, trigo duro, guisante, triticale y centeno, presentando los datos de volúmenes producidos de semilla certificada de cada una de estas especies a nivel nacional, así como sus porcentajes de uso. Su presentación también incluyó los datos a nivel de comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Cataluña, Castilla La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Madrid, Navarra, País Vasco y La Rioja.
Posteriormente, se abrió una mesa redonda con la presencia de Emmanuel Peille, Presidente de la Sección de cereal de Anove, Javier de Sebastián, Coordinador del Comité de Propiedad Intelectual de la Sección de Cereal y Valentín López, miembro de este Comité, en la que se intercambiaron opiniones con los asistentes y se valoraron nuevas propuestas. En este vídeo, Javier de Sebastián, nos cuenta sus impresiones sobre las jornadas:
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=8mYV1lGFzv8?rel=0]
Para acabar, se presentó la campaña de comunicación para el fomento de semilla certificada. La exposición la realizaron conjuntamente Elena Saenz, Directora de Anove, y Alfredo de Juan, de la agencia Básico, responsable de la misma, y en la que se repasaron las distintas acciones realizadas durante el 2015 y las planificadas para el 2016. Éstas abarcan tanto el ámbito off line y el marketing directo, como la presencia en redes sociales e Internet.
Acabamos con el making of del día dedicado a los multiplicadores, los mejores embajadores para seguir fomentando el uso de la semilla certificada.
¡Gracias!
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=OoEkmEZOfG8?rel=0]
“La obtención o mejora vegetal es una actividad altamente tecnológica y de enorme trascendencia económica”
Elena, como directora de Anove, ¿puedes recordarnos cuáles son las principales ventajas de la utilización en los cultivos de la semilla certificada?
Hay muchas ventajas en el uso de semilla certificada que se pueden agrupar en función de quien las percibe. Desde el punto de vista del agricultor, podemos destacar la mejora en los rendimientos debida a la ausencia de enfermedades y malas hierbas, homogeneidad de los lotes de semilla y altos índices de germinación. También se produce un ahorro de significativo de costes, tanto por la menor dosis de semilla empleada en la siembra, si es certificada, como los asociados al tiempo y a la logística necesaria para el acondicionamiento del grano.
A su vez, y tal y como recordaba AGROPAL en un reciente artículo,http://www.campocyl.es/noticias/cereal/496-agropal-recuerda-que-la-semilla-certificada-supone-el-mejor-comienzo.html el empleo de semilla certificada supone “Apoyar la inversión en I+D del sector obtentor. La semilla certificada hace posible la inversión en programas de investigación para la creación de nuevas variedades. La semilla es el medio de producción más económico y que más ha condicionado la evolución de los incrementos en los rendimientos agrarios.”
Desde el punto de vista de la cadena alimentaria, el empleo de semilla certificada es el elemento inicial, y clave por tanto, para garantizar la trazabilidad a lo largo de toda la cadena. Esta trazabilidad permite al resto de operadores optimizar sus procesos productivos y mejorar la comercialización de sus productos. Estamos asistiendo en estos tiempos a la puesta en marcha de iniciativas empresariales en el campo de la alimentación, en el ámbito de los cereales, que buscan modelos productivos con un formato tipo “desde el campo hasta la mesa” donde las variedades, procedentes de semilla certificada, constituyen el inicio de la cadena.
Ahora, que comienza la siembra del cereal, Javier de Sebastián, uno de los responsables de este cultivo de Anove, nos recordaba lo susceptible de este cultivo a la piratería por su facilidad a la hora de reproducirse. ¿Cómo afecta esta mala práctica en la cadena alimentaria?
El impacto principal es la perdida de la trazabilidad de la materia prima en el sentido más amplio. No solo por la pérdida de identidad de la variedad, lo que conlleva la imposibilidad de optimizar los procesos productivos y mejorar la comercialización sino también las cuestiones relacionadas con la calidad y sanidad del producto final.
Otro impacto importante es el freno a la innovación que se produce al reducirse los ingresos dedicados a la I+D en la mejora vegetal. Sin ingresos para investigar, la renovación varietal es más lenta y los avances son menos significativos. Hay una relación directa entre estos factores.
También afecta negativamente a la sostenibilidad de la producción agraria, pues no permite mejorar la eficiencia de la producción.
¿A qué no referimos cuando hablamos de la obtención vegetal? ¿Y qué aporta al agricultor y al consumidor?
La obtención o mejora vegetal es una actividad altamente tecnológica, y de enorme trascendencia económica, que consiste en la investigación para el desarrollo de nuevas variedades de plantas.
El desarrollo de nuevas variedades vegetales a través de la mejora genética es una actividad compleja que requiere una gran inversión económica a largo plazo: la elección de las líneas parentales que puedan transmitir las características buscadas, la realización de cruzamientos, la selección y depuración posterior, etc.
Son actividades que, según las especies, suponen un plazo de tiempo de hasta 10 ó 12 años y costosas inversiones en material y personal técnico. De manera que el coste medio asciende a varios millones de euros hasta poner en el mercado una nueva variedad.
Las aportaciones son muy significativas, por ejemplo; Mejoras medioambientales y económicas por kilogramo de alimento producido, el efecto más directo es el incremento de producción (alimentos y otros productos) utilizando la misma superficie, lo que contribuye a dar respuesta a una de las grandes demandas del crecimiento poblacional, como es el reto alimentario mundial. Entre la década de los sesenta y el año 2000, los incrementos de productividad han sido espectaculares en todos los cultivos, creciendo entre el 1% y el 3% anual. Esto ha supuesto, por ejemplo, que en el caso de los cereales, el aumento de la productividad haya aumentado en este periodo entre el 100% y el 200%, dependiendo de los cultivos. Otros cultivos esenciales como la patata, ha alcanzado un incremento de casi el 80% (Pingali&Rajaram. World wheat facts and trends. 1999. CIMMYT Institute. Mexico DF). En algunos cultivos como el tomate, se ha aumentado hasta un 1.000%. Alrededor del 40% de este incremento en la productividad corresponde a la mejora de las variedades vegetales (Responding to the challenges of a changing world: the role of new plant varieties and high quality seed in agriculture. Second World Seed Conference. FAO. 2009). Por poner algunos ejemplos y de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura, en poco más de 25 años la productividad del olivar se han duplicado, y la del viñedo se ha multiplicado por tres.
Aumento de los rendimientos económicos, debido a la mejora de la productividad y de la calidad de los productos obtenidos, el valor económico de las cosechas también se ha disparado en 25 años, de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura. También a modo de ejemplo, los rendimientos económicos del trigo han aumentado un 270%, los del tomate ha aumentado un 1.200%, los del maíz un 110%, los del olivar un 300% y los del viñedo un 200% Esto conlleva un importante aumento de las rentas de los agricultores.
Aumento de la eficiencia en el consumo de agua, en un país como España adquiere especial relevancia las mejoras desarrolladas para poder obtener más producto sin aumentar el consumo de agua. En este sentido, la optimización en el uso de este recurso escaso es particularmente significativa. El valor de la cosecha obtenida por metro cúbico de agua utilizada ha aumentado en poco más de 30 años en un 19% en el caso del trigo, el 63% para el tomate, 75% en naranjo, 215% en olivar, etc.
Reducción en las emisiones de CO2, las toneladas de CO2 emitido a la atmósfera por kilo de producto han caído de forma sustancial en los últimos 30 años. En el caso del maíz la bajada ha sido del 34%, para el naranjo un 40%, 42% para el olivar y 24% para el tomate.
Ahorros energéticos, en cuestión energética se han producido importantes ahorros en los últimos treinta años. En el caso del trigo, la producción de trigo por mega julio de energía consumida, ha subido un 57%, en el maíz un 50%, en el olivar el 70% y en el tomate el 35%.
Menor pérdida de suelo, en lo relativo al aumento de la producción de alimento por tonelada de suelo perdido, también los indicadores son favorables. Con la misma pérdida de suelo se produce más cantidad de alimento: un 60% en el cultivo de trigo, 225% en olivar y un 75% en el tomate.
Mejora las características y calidades de los cultivos y productos obtenidos, como por ejemplo la reducción de la altura de determinados cultivos, con lo que se evitan pérdidas por encamado (caída por viento), muy importante en el cereal; la mejora de la resistencia de la piel, con lo que se evitan pérdidas en cosecha, almacenamiento y transporte, como en el caso de los melones; los productos frescos que se conservan más tiempo, como las berenjenas y los tomates y la mejora de cualidades nutricionales.
Ahora que estamos a punto de iniciar la siembra del cereal, es conveniente recordar las ventajas de la plantación de la semilla certificada en todo el proceso productivo.
Y es que ésta proporciona al agricultor mejores granos de calidad, nuevas oportunidades de comercialización de su cosecha, una adecuada gestión de riesgos y el acceso a nuevas variedades que se crean para el progreso de la agricultura.
Para los productores de alimentos también supone una ventaja, ya que el uso de granos utilizados en sus cultivos a partir de semillas certificadas les ofrece la seguridad de que está comenzando con los mejores ingredientes disponibles y que es la base de un alimento de calidad para sus consumidores.
En resumen, la semilla certificada supone acceso directo a la garantía, la calidad, la preservación de la identidad, la trazabilidad y la innovación.
Limagrain Ibérica ya cuenta con más de 30 años de experiencia en el sector de las semillas y se ha convertido en una compañía referencia en el ámbito de los cultivos extensivos. En este momento, a punto de entrar en una nueva campaña de cereal, hemos querido conocer de la mano de Javier de Sebastián, jefe de producto de cereal y uno de los responsables de este cultivo en ANOVE, las ventajas del uso de semilla certificada.
Javier, ¿Puedes recordarnos los beneficios de la utilización de semilla certificada?
Lo primero que hay que decir es que la semilla certificada es la única semilla capaz de garantizarte el origen y, por tanto, la identidad. Igualmente, al tener que cumplir los estándares que requiere La Oficina Española de Variedades Vegetales con respecto a la germinación- capacidad germinativa-, a la pureza específica, a la ausencia de malas hierbas y a la pureza varietal, asegura un alto rendimiento. A nivel sectorial, cumple con la función de asegurar la obtención de nuevas variedades mediante la investigación surgida de los royalties que genera; colaborando, en definitiva, también en el futuro y la sostenibilidad. También podríamos hablar de la trazabilidad.
Sí, porque de cara al productor de alimentos y al consumidor final se habla ahora mucho sobre trazabilidad. La semilla certificada supone una parte fundamental en este sentido, ¿verdad?
Es el primer ladrillo del edificio de la trazabilidad, garantizando identidad y origen incluso en el mismo proceso de la semilla. Desde los primeros originales hasta la semilla que le llega al agricultor, pasando por los ciclos multiplicación y reproducción de la semilla, hay un ciclo de trazabilidad que desaparecería totalmente si se usan otras semillas de origen desconocido.
¿Alguna particularidad que quieras resaltar en cuanto a la utilización de semilla certificada en el cultivo de cereal?
La particularidad en lo que al cereal se refiere es que hablamos de una planta alógama y fácilmente reproducible. Pero el hecho de que, desde las autoridades se certifique la semilla, tiene una sencilla razón: asegurar la calidad y la producción, y con ello la seguridad alimentaria; y sus procesos la garantizan. La reproducción indiscriminada supone una contaminación en la cadena productiva.
En entrevistas recientes afirmabas que en comunidades como Castilla y León, la mayor productora de cereal de España, queda mucho trabajo por hacer, ya que asegurabas que el 50% de las semillas que se siembran no son legales. ¿Cuál es el camino a seguir para lograr una mayor concienciación?
Bueno, el porcentaje era una estimación nuestra, y generosa, por cierto. En cuanto a lo que debemos hacer se trata continuar el trabajo que estamos realizando desde Anove, una combinación de acciones encaminadas a demostrar que la semilla certificada es un input de producción y un control del comercio para evitar el acto desleal que supone la comercialización de semillas ilegales. Es importante también la información y la formación para todos los agentes que intervienen en este proceso.
¿Cómo valoras la labor de Anove en este sentido?
Es necesaria. Lo que voy a decir no resultará políticamente correcto, pero en este sector existe una cierta tolerancia con respecto la clandestinidad en el mundo de la semilla, posiblemente por un proteccionismo, mal interpretado, de los intereses del agricultor. El sector en conjunto debería tomar conciencia de la magnitud de las consecuencias de este problema. Hay que decir también que los principales perjudicados de esto son los agricultores y por tanto el consumidor de lo que éste produce.