Ya acabando la siembra del cereal, es buen momento para incidir en que la semilla certificada es la elección adecuada para que el agricultor saque el máximo rendimiento de su explotación.
Este año, la siembra de cereales de invierno se retrasó en algunas zonas como consecuencia del mes de septiembre excesivamente caluroso y la ausencia de lluvias hasta el Día del Pilar (12 de octubre), según el informaciones del sector.
Después, progresó en Andalucía “a velocidad de crucero” y se notaron más retrasos en parcelas de Castilla y León.
A la espera de conocer los datos de este año, comentar que la superficie de siembra de cereales de otoño-invierno de las campañas 2015 y 2016 se situó en 5,7 millones de hectáreas, según el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. En enero conoceremos los números del presente curso.
Mientras, queremos recordar una vez más, los beneficios de la utilización de semilla certificada para el profesional del campo:
– Sanidad: La utilización de semilla certificada disminuye la presencia de malas hierbas y la transmisión de enfermedades fúngicas al cultivo.
– Su pureza varietal garantiza que la semilla utilizada es de la variedad por la que se está pagando.
– Su germinación mínima asegurada permite reducir la dosis de siembra y aumentar la producción.