Agosto de 2016: en este mes se cumple justo un año de la campaña del 2015, la primera para el fomento del uso de la Semilla certificada y un buen momento, por tanto, para echar la vista atrás.
El proyecto comenzó con la entrega del un briefing para la realización de un audiovisual, una pieza que sirviera para estimularnos y que además sirvió para crear una marca de la que ya se está recogiendo una buena cosecha:
El proceso de producción del vídeo siguió los pasos lógicos en este tipo de proyectos: retoque de la imagen, gráfica, locución, edición y post producción final. Todo quedó bien plasmado en el making of:
La creatividad se apoyó en una inversión importante en medios de comunicación, incluyendo cuñas en radio, patrocinios e inserciones en prensa, además de una planificación estratégica en redes sociales. Todo dirigido al nicho de público en el que queríamos incidir: los agricultores.
La campaña además trataba de implicar a los productores de semillas, ese papel intermedia entre el obtentor y el agricultor, tan importante en su labor de prescripción.
Todo esto comenzó a sembrar lo que sería las acciones de este año, que incidirían más en los valores de la Semilla certificada: el rendimiento, el ahorro, la rentabilidad o la misma calidad, que junto a la sostenibilidad y su aporte al desarrollo económico convierten a la Semilla certificada en un eje de innovación de futuro.
Seguiremos insistiendo en estos puntos fuertes sobre los que gira nuestra campaña.
¡Buen verano para todos!