Ocho cosas que no puedes olvidar de la semilla certificada

  1. ¿Qué es? Es la que se obtiene después de un proceso legalizado de producción y multiplicación de semilla y está sujeto a un doble control, el de la empresa productora y el del organismo autonómico competente en cada comunidad autónoma. Este doble control garantiza la mayor calidad de este insumo tan relevante. La Administración certifica que la semilla cumple con los requisitos de calidad que recoge la normativa, quedando identificada esta semilla con la presencia de una etiqueta oficial. Por este motivo se denomina semilla ‘certificada’.
  2. Garantiza una mayor producción. Emplear semilla certificada permite obtener mayores rendimientos por hectárea, al mismo tiempo que un mayor peso específico.
  3. Exige una menor dosis de siembra. La alta calidad de esta semilla garantiza la germinación; las semillas están seleccionadas y tratadas para garantizar una buena implantación del cultivo.
  4. Reduce la presencia de malas hierbas. Al adquirir semilla certificada se evita la presencia de otras especies vegetales. La consiguiente reducción de malas hierbas se traduce en unos mayores rendimientos por hectárea y una reducción del coste en tratamientos para el control de malas hierbas.
  5. Mayor resistencia a plagas y enfermedades. La semilla certificada lleva incorporada las materias activas fitosanitarias más eficaces y eficientes, en las dosis adecuadas, fruto de un intenso proceso de investigación e innovación. Sus cualidades permiten que la futura planta resista mejor la presencia de plagas y enfermedades, lo que beneficia la cantidad y calidad de nuestra cosecha.
  6. Trazabilidad y pureza varietal aseguradas. La semilla certificada permite responder mejor a las demandas de una industria cada día más exigente.
  7. Posibilita la inversión en investigación. Al adquirir semilla certificada estamos contribuyendo a financiar la investigación de nuevas variedades. También cuando satisfacemos el pago de la contribución por reempleo de grano propio para siembra.
  8. Mejora el medio ambiente. Emplear semilla certificada mejora el medio ambiente ya que los cultivos requerirán menos tratamientos frente a problemas sanitarios. También gracias a poder disponer de variedades adaptadas a cada zona como consecuencia de apoyar la mejora e innovación varietal.

El pequeño agricultor está exento de pagar la contribución económica por reempleo de grano

El agricultor que siembre cereal, leguminosa o proteaginosa y opte por reemplear grano propio puede estar exento de pagar la ‘contribución por reempleo’ que esta práctica implica con carácter general.

El Convenio Marco de Colaboración sobre reempleo de granos para siembra suscrito por GESLIVE, Asaja, UPA y Cooperativas Agroalimentarias de España establece el nivel de remuneración a satisfacer por el reempleo de granos para siembra, así como las la información necesaria para que el agricultor pueda acogerse a la excepción del pequeño agricultor.

Para delimitar qué agricultor puede ser considerado como “pequeño agricultor” a los efectos de este Convenio Marco, y por ello exento del pago de la remuneración aplicable por reempleo de grano, el Convenio fija una superficie máxima (hectáreas) de tierra arable, determinada en función de los rendimientos medios comarcales en que se ubique la explotación, que no se debe exceder.

De este modo, se establecen cuatro tipos de explotaciones o zonas:

Zona A
Secano de rendimientos medios comarcales menores o igual a 2.200 kilos por hectárea: 60 hectáreas de tierra arable declaradas en la PAC.

Zona B
Secano de rendimientos medios comarcales entre 2.200 y 3.200 kilos por hectárea: 40 hectáreas de tierra arable declaradas en la PAC.

Zona C
Secano de rendimientos medios comarcales de 3.200 kilos o más por hectárea: 20 hectáreas de tierra arable declaradas en la PAC.

Zona D
Regadío: 10 hectáreas de tierra arable declaradas en la PAC.

En el caso de que la explotación de un agricultor se halle situada en comarcas con diferentes rendimientos medios, se aplica un índice de ponderación, que es de valor 1 en la superficie A, de 1,5 en la superficie B, de 3 en la superficie C y de 6 en la superficie D.

El Convenio Marco establece que corresponderá al agricultor la obligación de demostrar, bien mediante la solicitud de la PAC o de cualquier otro documento que así lo acredite, el cumplimiento de los requisitos establecidos para su consideración como ‘pequeño agricultor’ a estos efectos.

 

Jorge Llorente: “La Junta impulsa el uso de semilla certificada con jornadas y el resultado de los ensayos”

Jorge Llorente es viceconsejero de Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León y director de Itacyl (Instituto Técnológico Agrario). Hasta septiembre, su último cometido había sido el de director general de Producción Agropecuaria e Infraestructura Rural. Llorente, licenciado en Veterinaria, ha ocupado también en la Junta diversas responsabilidades: director general de la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria de la Consejería de Sanidad, en la que también fue jefe de Servicio de Evaluación de Riesgos y Gestión de Alertas, jefe de Servicio de Sanidad Ambiental, jefe de Sección de Riesgos Biológicos, técnico del Servicio de Protección de la Salud y veterinario inspector de Sanidad y Consumo. Un buen conocedor en todos los ámbitos de lo que supone el empleo de semilla certificada.

-¿Qué aporta la semilla certificada al sector agrícola?

-En primer lugar pureza varietal; saber que la semilla que tenemos es toda de la variedad elegida, que no hay mezclas ni de otras variedades, ni de otras especies. Supone un alto nivel de germinación, por encima del 90%, mientras que otro tipo de semilla no certificada está por debajo del 80% de germinación.

Implica sanidad a la semilla, garantizando que está libre de enfermedades que se transmiten a partir de la semilla, así como evita la mezcla con semillas de malas hierbas. También, homogeneidad en los lotes, al comprar una semilla certificada se garantiza una homogeneidad en germinación, desarrollo de las plantas y en el rendimiento final, evitando nascencias irregulares y extendidas en el tiempo.

-¿Y respecto a la trazabilidad?

-Garantizan una trazabilidad del producto, conociendo su origen, las posibilidades productivas y su adaptabilidad a distintas condiciones edafoclimáticas. La garantía de trazabilidad es más importante si el uso del grano es para consumo humano (harinas, panadería, galletas, sémolas). La semilla certificada es la única que garantiza el origen, la sanidad vegetal y la ausencia de enfermedades.

Con su uso se garantiza la sostenibilidad de los programas de I+D para la mejora de las variedades, lo que va a permitir seguir mejorando en rendimientos, en resistencia a enfermedades, en adaptabilidad al cambio climático.

-¿Es más cara la semilla certificada?

-También se produce un ahorro de significativo de costes, tanto por la menor dosis de semilla empleada en la siembra, si es certificada, como los asociados al tiempo y a la logística necesaria para el acondicionamiento del grano.

-¿Cómo incide en la renta del agricultor?

-Aunque se pueda pagar una cantidad mayor por el uso de semilla certificada, su empleo garantiza un mayor rendimiento, basado en lo comentado anteriormente, garantiza una mayor nascencia, garantiza ausencia de enfermedades, garantiza una homogeneidad en el desarrollo, garantiza una adaptabilidad a la zona de producción, todo ello incide de una manera muy positiva a la rentabilidad de la explotación. Por un coste mayor de 4 a 5 euros por hectárea, se pueden conseguir rendimientos superiores a un 15-20%.

Los obtentores de semillas y los representantes de los agricultores han firmado recientemente un convenio sobre el reempleo de granos para siembra que según las organizaciones firmantes, “aportará transparencia y mayor calidad y rendimiento de los granos al sector de cereales y oleaginosas”.

-¿Qué opinión le merece la firma del convenio de acondicionamiento de grano?

-Buena. En primer lugar porque llegar a un acuerdo entre diferentes grupos y entidades siempre es positivo, además de contribuir a la mejora del conocimiento de los agricultores sobre las ventajas que aportan las nuevas variedades vegetales y la promoción del uso de semilla certificada.

Asimismo, el acuerdo va a fomentar la divulgación de la normativa vigente en relación al reempleo de grano para siembra y contribuirá a la normalización del mercado de semilla. De igual forma, este convenio facilitará a los agricultores la información necesaria para acogerse a la «excepción del agricultor», prevista en la normativa aplicable, en particular en lo que se refiere a los pequeños agricultores de cereal, de forma que se favorezca la trazabilidad de la semilla utilizada por los agricultores.

Al mismo tiempo, se promoverá la firma de contratos de colaboración con terceras entidades debidamente autorizadas, al objeto de facilitar el cumplimiento de sus obligaciones derivadas del reempleo de granos para siembra de variedades protegidas. Por otro lado, el convenio crea una comisión de seguimiento y mediación para su impulso y desarrollo en aquellos aspectos que requieran su concreción, lo cual constituye una garantía para su cumplimiento.

-¿Cuál es el compromiso de la Junta de Castilla y León con la semilla certificada?

-El compromiso de la Junta de Castilla y León con el uso de la semilla certificada se demuestra con la participación, junto  con Anove (Asociación Nacional de Obtentores Vegetales), en una jornada dirigida a agricultores en los años 2016 y 2017, para la promoción de la semilla certificada, que se celebra en Zamadueñas.

-¿El de Itacyl?

-El Itacyl, a través de su participación dentro de la Red Genvce (Grupo para la Evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos), contribuye a través de sus campos de ensayos y la publicación de resultados, a la difusión de las características de las nuevas variedades certificadas que aparecen en el mercado, contrastando su adaptabilidad a distintas áreas agroclimáticas de Castilla y León.

Asimismo, los distintos programas de mejora genética que se llevan a cabo en el Itacyl, han dado lugar a la obtención y registro de variedades. El uso de estas variedades a través de la semilla certificada, contribuye a la obtención de un canon que puede contribuir a financiar estos planes de mejora. Desde este punto de vista, el uso de semilla certificada de alguna manera nos favorece.

-¿Se generaliza el uso de la semilla certificada en Castilla y León? ¿Cómo lo impulsa la Administración regional?

-Cada año, el uso de semilla certificada en Castilla y León aumenta, aunque todavía estamos por debajo de la media nacional que está en torno al 27%, mientras que en Castilla y León está alrededor del 16% en esta última campaña, lo que ha supuesto un incremento de cinco puntos respecto a la campaña pasada que era de un 11%. La tendencia es al alza, aunque aún estamos lejos de comunidades como Andalucía que superan el 40% del uso de semilla certificada.

La Administración regional, lo impulsa a través de las jornadas antes mencionadas y con la divulgación de los resultados de los campos de ensayo del Itacyl, donde se remarca la importancia del uso de semilla certificada.

-¿Cómo afecta a la mejora en la calidad de las cosechas de la región el mayor empleo de semilla certificada?

-Los datos sobre la influencia de la semilla certificada en los rendimientos son claros el rendimiento medio de las diez variedades de trigo más sembradas en España. Se ha incrementado en las últimas catorce campañas a razón de 30 kilos por hectárea y año: 300 kilos de producción más por hectárea cada diez años.

Estos datos objetivos y científicos, contrastados por la red Genvce, son los que acreditan el trabajo de las casas de semillas en favor de la producción y la rentabilidad. No sólo se ven las mejoras en las estadísticas de rendimiento, sino que también pueden verse mejoras en lo referente a calidad, tanto en harinas, calidad de sémolas, rendimientos grasos y también mejoras respecto a resistencia a plagas y enfermedades y adaptabilidad a condiciones meteorológicas adversas.

-¿A qué aspectos se refiere?

-Trazabilidad, homogeneidad de los lotes, aumento del rendimiento, resistencia a plagas y enfermedades y mejora de la calidad.

En números un aumento del rendimiento de 30 kilos por hectárea anuales. Supone que en diez años tengamos variedades que producen 300 kilos por hectárea más, lo que supone un incremento de 54 euros por hectárea. Teniendo en cuenta que los costes de un cereal por hectárea están entre 400 y 480 euros, esos 54 euros suponen más del 10% de los costes, lo que permitiría pagar el coste de la semilla.

En calidad, donde para trigos de fuerza se exigen proteína por encima del 13% y W (fuerza) superior a 300, estas condiciones sin una semilla certificada son imposibles de conseguir.

Por otra parte, la industria exige lotes homogéneos, que solo los puede dar una semilla certificada. La semilla acondicionada o de otro tipo no puede garantizar homogeneidad, suele tener mezclas. Las semillas certificadas, con variedades para calidad harino panadera, garantizan que un aumento de dosis de abonado va a conseguir mayor rendimiento, mayor proteína y mayor W; aspecto este no garantizado con otro tipo de semilla.

La resistencia a plagas y enfermedades, especialmente variedades con resistencia a razas de roya amarilla, ahorran costes en tratamientos y aumentan el rendimiento. También, si vienen tratadas, previenen contra posibles ataques de plagas en los primeros estadios de la planta.

 

Feliciano Ferrero: “La semilla certificada se puede englobar en la financiación que Caja Rural le hace al agricultor”

El secretario de la Fundación Caja Rural de Zamora, Feliciano Ferrero, es también jefe de su departamento agrario. El respaldo de las entidades financieras resulta crucial en el día a día del agricultor. Un apoyo económico que se deja notar en el impulso que ha experimentado el uso de la semilla certificada en las últimas campañas.

-¿Qué servicios relacionados con la agricultura presta Caja Rural al agricultor? ¿Y vinculados a la declaración del acondicionamiento de grano? 

-Los servicios que presta Caja Rural de Zamora a los agricultores y ganaderos de León, Valladolid y Zamora son, además de todo lo concerniente a la actividad financiera, todo lo relacionado con Agroseguro, con la tramitación de las ayudas PAC en todas sus oficinas, asesoramiento agrícola y ganadero y confección de los cuadernos de campo que exige la Junta de Castilla y León, con la anotación de todos los movimientos (sanitarios, productivos, tratamientos, etc.) que se realicen en las explotaciones.
Relacionado con el grano, respaldamos al agricultor en lo referente a los tratamientos que tenga que realizar y su anotación en los Cuadernos de Explotación.

-¿Cuántos utilizan estos servicios de Caja Rural en Castilla y León y qué coste le supone a cada uno de ellos? 

-En cuanto el uso de los servicios que presta Caja Rural de Zamora a sus socios y clientes, indicar que se tramitan a través de Caja Rural de Zamora más de 5.000 solicitudes de PAC en Zamora, de las casi 11.000 que se hacen en la provincia. Esto nos da una idea de la colaboración y apoyo que prestamos.

-¿Qué beneficio le supone al productor agrícola disponer de la colaboración de una caja de ahorros? 

-El beneficio  que le puede suponer a cualquier agricultor y ganadero que esté en Caja Rural de Zamora es que, además de poder ofertarle todo tipo de productos y servicios financieros, tiene todo el apoyo que precise para tramitaciones de Agroseguro, PAC, préstamos de sequía, asesoramiento de explotaciones, situaciones y ofertas de mercado, etc. Y lo que consideramos más importante: un trato personal, profesional y directo con todos nuestros clientes.

-¿Es posible financiar inversiones en semilla certificada con Caja Rural? 

-No hay una línea específica de ayudas para la semilla certificada, pero se puede englobar dentro de la financiación global o integral que hacemos a todos los agricultores y ganaderos de León, Valladolid y Zamora. Siempre intentamos cubrir todas sus necesidades. Caja Rural de Zamora siempre ha estado, y seguirá estando en el futuro, apoyando al sector primario de Castilla y León. Son nuestros orígenes y, por supuesto, no nos vamos a olvidar de ellos. Siempre estaremos prestando el mejor servicio y atención a este sector productivo tan importante de nuestra comunidad.

 

El canon asegura la investigación y desarrollo de mejores variedades vegetales

El convenio sobre acondicionamiento de granos para la siembra ratificado por Geslive, Asaja, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de España incidirá en mejorar la calidad de la semilla, aumentará el uso de semilla certificada e incrementará la investigación para obtener variedades adecuadas a las necesidades específicas de las diferentes regiones españolas. También contribuirá así el acuerdo a mejorar la sostenibilidad de cultivos y a mantener la competitividad de las explotaciones.

Firmado en julio, el convenio busca normalizar la relación entre quienes investigan para obtener nuevas y mejores variedades y aquellos que las emplean. Los representantes de los agricultores firmantes entienden la necesidad de pagar derechos de propiedad intelectual a las empresas obtentoras que investigan para desarrollar nuevas variedades y producir semilla certificada. Es precisamente la semilla certificada la única que garantiza la trazabilidad.

La innovación es cada día más necesaria para afrontar adversidades como la sequía de esta última campaña, las enfermedades vegetales, la mala nascencia o producciones que ponen en jaque la rentabilidad de la explotación. Por estos y otros motivos, es imprescindible contar con semillas que permitan una agricultura mejor y más competitiva.

El procedimiento para que el obtentor de semillas perciba los derechos de propiedad intelectual es ahora más sencillo y diáfano para el agricultor.La mitad del canon que el productor paga por la semilla se dedica a actividades de formación e información dirigidas a los agricultores y al impulso de la investigación a nivel local.

Esta protección de las variedades que la normativa establece tienen una vigencia de 20 años para los cereales. Una vez pasado ese tiempo, las variedades pierden la protección y pasan a ser de uso libre.

Tarifa única del canon para grano acondicionado para propia siembra: solo 1,2 céntimos el kilo

El conjunto del sector agrario trabaja al unísono y en el mismo sentido para que cada uno de los eslabones de la cadena obtenga la rentabilidad más justa. Para ello se tratan de mejorar las variedades vegetales una campaña tras otra. Y este mismo propósito es el que pretende el convenio de acondicionamiento de granos para la siembra firmado hace cuatro meses por Anove-Geslive, UPA, Asaja y Cooperativas Agro-alimentarias de España.

El obtentor de variedades y el agricultor comparten esfuerzos, y también deben recibir su recompensa cada uno de ellos.

En este sentido, y con el propósito de simplificar y facilitar el cumplimiento de la legalidad, se han fijado baremos unificados de remuneración por el uso de la exención agrícola que debe abonar el agricultor que reemplee grano para siembra de las variedades protegidas de las especies de cereales, leguminosas y proteaginosas.

La gestión a través del acondicionador supone 1,2 euros por quintal (12 euros por tonelada) de grano acondicionado para la siembra de cualquiera de estas variedades vegetales protegidas.

El productor que gestione el acondicionamiento de manera directa o mediante una organización agraria u otra entidad colaboradora con Geslive dispondrá de una modulación según los rendimientos medios de la comarca  según el Plan de Regionalización Productiva del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama). En este caso se establece la forma de pago en función de la superficie entre 1 y 3 euros por hectárea.

El agricultor tiene ahora un sistema mucho más fácil y económico de hacer la declaración, como se recoge en el convenio de acondicionamiento de granos para la siembra, donde también se especifica la tarifa unificada.

Para declarar el grano acondicionado, se puede hacer o bien en un acondicionador adherido o al hacer la PAC

El canon que el agricultor abona por el acondicionamiento de su grano para la siembra propia es determinante en la investigación varietal. La contribución que el productor  está obligado a hacer efectiva beneficia a todo el sector, incluido a él.

Es muy importante que la declaración y, por lo tanto, también el pago se realicen en el mismo momento de hacer el acondicionamiento de la semilla. El convenio para el acondicionamiento de granos para la siembra suscrito el pasado mes de julio por Geslive (sociedad filial de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales, Anove), las organizaciones agrarias Asaja y UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de España hace posible que este trámite sea más sencillo en un operador adherido.

Con parte de los ingresos se crea un Fondo de Investigación Local Cogestionado para desarrollar programas específicos de innovación varietal adaptada a las necesidades locales. También se impulsan diferentes acciones promocionales en favor de la utilización de semilla certificada.

Es factible realizar la gestión del pago directamente en un acondicionador adherido, o bien a través de una organización agraria o entidad con un contrato de colaboración con Geslive. Si el agricultor no ha limpiado su grano con un operador adherido (acondicionador que ha establecido un contrato con la sociedad filial de Anove), la mejor opción es declararlo al hacer la PAC. El nuevo convenio marco le simplifica mucho al productor cómo hacer esa declaración.

“La investigación es fundamental: las variedades de antes ya no se siembran”

Tomás Feliz tiene más regadío que parcelas sin irrigar en la Moraña. En su secano de la zona de Aldeaseca de Arévalo (Ávila) siembra a pesar de ello la nada despreciable extensión de 80 hectáreas con trigo, cebada y colza. “Sí, sí, sí… siempre siembro R2. Y algo de R1 para acondicionar el grano para mí”, asegura de manera tajante.

“Hay que utilizar semilla buena”, razona. “La nascencia es más homogénea. El fallo que pueda tener es mínimo. Y con menos dosis de siembra nace bien, así que ahorras con la semilla certificada”, puntualiza Feliz.

Este agricultor abulense es de los que toma algunas decisiones que no son las más habituales en el sector. Por ejemplo, es él quien hace su propio acondicionamiento de granos para la siembra. Y, también, hace en persona la declaración a la que está obligado.

Defiende que la trazabilidad de la cosecha obtenida con semilla certificada tiene todas las garantías. “La siembro en tierras en buenas condiciones, donde la contaminación es imposible. La trazabilidad es perfecta”, zanja.

El canon, que el agricultor aporta como tarifa única por el acondicionamiento, es vital para que el desarrollo de nuevas variedades más productivas y mejor adaptadas siga adelante. “La investigación es fundamental. Cada año se avanza más. Las variedades de antes ya no se siembran”, resume Tomás Feliz.

“Cuando compro semilla siempre es R1, que me ofrece más garantía”

José Vidal Adalia, presidente de la cooperativa Campesinos de Valladolid, y su hijo se afanan ahora en la sementera. Trabajan 200 hectáreas en el entorno de Villán de Tordesillas (Valladolid), donde hoy han terminado de sembrar el trigo. Ahora les gustaría empezar con la cebada, pero no tienen claro si lloverá lo suficiente como para que nazca bien. Cayeron quince litros hace días y ya ha empezado a helar. De todas formas, no arriesgan con la calidad de la semilla.

“Siempre que compro semilla es R1, que es la que me ofrece garantía. Más garantía incluso que la R2, aunque también es certificada”, asegura Adalia. El agricultor ha comprobado en su larga experiencia en las tierras que la mejor semilla certificada le da mejor nascencia, y también mayor rentabilidad.

Lo habitual es que siembre R1, acondicione el grano para las dos campañas siguientes y al tercer año adquiera de nuevo la R1. “Podemos cosechar 6.000 kilos por hectárea en un año bueno”, justifica.

El acondicionamiento de grano -siembra hasta 25.000 kilos de cebada y otros tantos de trigo- lo hace en un centro adherido al convenio impulsado por Anove-Geslive con Asaja, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias. Al mismo tiempo hace la declaración para su uso propio. “Así no hay ningún problema”, indica Adalia.

El agricultor de Villán de Tordesillas destaca, además, la «importante labor» que juegan las entidades financieras y cooperativas en beneficio del sector vinculado al convenio de acondicionamiento de granos para la siembra.

Pedro Barato: “Asaja quiere potenciar el suministro de semillas de alta calidad entre los agricultores”

Pedro Barato, presidente de Asaja, nació en Ciudad Real, donde dirige su explotación agrícola y ganadera. Es licenciado en Derecho y también preside la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español y la Confederación Nacional Española de Cultivadores de Remolacha y Caña Azucarera. Lidera, asimismo, la Federación Española de Autónomos, CEAT, y es presidente de la Comisión de Seguridad Social de CEOE y miembro del Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva nacional.

-La representatividad de Asaja en España es grande. ¿Puede resumirnos cuántos asociados son, qué actividad económica suponen, qué significa su labor en la economía del país y en la conservación del medio ambiente y el desarrollo rural?

-Asaja es la mayor organización profesional agraria de España con más de 200.000 afiliados que trabajan en las explotaciones agrarias de forma directa, bien sea como propietarios, arrendatarios o miembros de familias que colaboran en las actividades de la explotación. 

La actividad económica generada por  los productores agrarios españoles asciende a  46.800 millones de euros, en 2016. Si a eso sumamos la aportación de la industria podemos concluir que el sector agroalimentario maneja unas cifras de negocio que superan los 110.000 millones de euros. La industria agroalimentaria es la primera industria en España, y es líder en exportaciones con productos tan emblemáticos como el aceite de oliva, las frutas y hortalizas, el vino y la carne de porcino.

Pero con ser importante la contribución del sector agroalimentario al PIB (más del 10%) no es menos importante su papel en el mantenimiento del medio rural y en la conservación del entorno natural y del medio ambiente.

-Han suscrito el convenio de acondicionamiento de grano suscrito con Geslive. ¿Por qué? ¿Qué le aportan al agricultor este convenio y el uso de semilla certificada?

-Asaja es la primera vez que suscribe este convenio (aunque otras organizaciones como Cooperativas Agro-alimentarias llevan ya varios años en esto) y lo hace porque quiere potenciar el suministro de semillas de alta calidad entre los agricultores, impulsando un sistema que garantice la competitividad del sector agrícola mediante la innovación la mejora y la renovación varietal.

El uso de semilla certificada aporta, sin duda, múltiples beneficios para el agricultor en cuanto a mejora de los rendimientos, mayor adaptabilidad a las condiciones climáticas, etc.

-¿En qué consiste la colaboración? ¿Cuál es la importancia de este acuerdo?

-Entre los objetivos del convenio está mejorar el conocimiento de los agricultores sobre las ventajas que aportan las nuevas variedades vegetales, la promoción del uso de semilla certificada, mejorar la trazabilidad de la semilla utilizada por los agricultores y facilitar a los agricultores la información necesaria sobre el pago de royalties, incluidas las excepciones de pago, y el cumplimiento de las obligaciones derivadas del reempleo de grano para siembra de variedades protegidas.

-Hay agricultores a los que le parece caro el canon que se les cobra.  ¿Con qué argumentos justifica usted este pago?

-El argumento fundamental que justifica este pago es el cumplimiento de la ley y con este convenio se ha tenido en cuenta la reglamentación comunitaria y española que regula los derechos de los obtentores, así como  las excepciones de pago de royalties para los pequeños productores.

El convenio incluye un anejo con las variedades que en ese momento se encuentran protegidas y a las que afecta de forma directa el mismo. Hay que decir  que se ha reducido a la mitad el royalty medio por la utilización de semillas de variedades protegidas (novedosas), se han tenido en cuenta los rendimientos potenciales de las tierras de cultivo para que aquellas que lo tienen más bajo contribuyan en menor cuantía.

Aun así aquellos productores que no estén de acuerdo con el pago del canon que les corresponda siempre pueden optar por la siembra de variedades que no estén protegidas, en cuyo caso no han de pagar  royalties.

-El ahorro por la tarifa única y la ampliación de los modos de declarar el acondicionamiento de grano son ventajas claras…

-La reducción del royalty a la mitad para las variedades protegidas es ya una clara ventaja. Por otra parte, el agricultor cuenta con dos vías para realizar la aportación. Además, parte de esa recaudación se destina a fondos de formación y de ensayos para contrastar la calidad de las semillas en su comportamiento en suelos españoles.

-¿Cómo difunden entre sus asociados la conveniencia del uso de la semilla certificada? ¿Y que la investigación aporta en los rendimientos y rentabilidad de todos?

-Las acciones de promoción de la semilla certificada se encuentran contempladas en el Convenio a través del Fondo de Investigación Local Cogestionado, un fondo que se crea con el 30% del valor recaudado y que tiene como uno de sus objetivos llevar a cabo planes de formación y difusión directa a los agricultores sobre la importancia de la investigación y renovación varietal (mediante la creación de campos de ensayo en las zonas productoras donde lo demanden los productores)   así como del correcto uso de la semilla de calidad con el objeto de mantener la competitividad futura de la agricultura española.